sábado, 28 de febrero de 2009

Mientras tanto...



Tic Tac, suena imparable, ese reloj de oro

marcando cada momento de una vacía existencia.


HEY!! suelta ese sombrero negro!, que tiene el nombre del demonio.

HEY!! suelta ese cuchillo! que tiene mi nombre.


Dime por favor, tú, mi dulce flor sin espinas.

¿Volvera?, su sangre fue derramada.

Dime delicada rosa, que al acariciar tus virginales petaloso.

¿Renacera?, su cuello está abierto!


Sólo me quedas tu, mi cristal carmesí.

Sólo queda tu cuerpo palido, tú mirada perdida.

Tú sonrisa forzada.


Sólo quedan mis manos con sangre,

el cuchillo victimario,

y el deseo de ser tu humilde verdugo...


De tu amado sombrerero~~